Uno de los documentales cubanos que más expectativas despertaron en el público durante la edición 33 del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano fue "Soy Tata Nganga", del realizador Roberto Chile.
Con un montaje ágil y dinámico —como caracteriza a la poética de Chile en los últimos años-, "Soy Tata Nganga"
retrata, durante 20 minutos, la vida de Enriquito Hernández Armenteros,
nonagenario sacerdote de las religiones afrocubanas conocido como
Enriquito el de la Hata, quien habita en la barriada habanera de
Guanabacoa.
Uno de los atractivos de este audiovisual de Chile radica en utilizar
la música de Alexei Rodríguez —cantante del grupo de rap Obsesión- para
ir hilvanando coherentemente la historia, en lugar de recurrir a las
tradicionales voces de off de los documentales narrativos.
La idea del audiovisual partió del libro Tata Nganga. El mundo mágico-místico de la religión bantú,
escrito por el periodista Marcos Alfonso a partir de las vivencias
acumuladas tras visitar el hogar de Enriquito durante 21 años.
"Prácticamente no tomé notas ni entrevisté a Enriquito. El libro lo
escribí de forma totalmente narrativa para reflejar su vida y, a la vez,
distintas fases de la religión Palo Monte", confiesa Marcos Alfonso.
"El secretario del Partido Comunista de Cuba en Guanabacoa nos sugirió a un pequeño grupo de Juventud Rebelde
que lo entrevistáramos. En 1991 sacamos un pequeño artículo en el
diario que en aquel entonces se tituló Tiene la palabra el babalawo.
"A partir de ahí, me identifiqué con el viejo. Tuve una comunicación
rápida y, a los pocos días, por mi propia cuenta, empecé a visitarlo con
asiduidad, a conversar con él y a observar las actividades que se
realizaban en la casa. A los dos o tres años surgió la idea de escribir
el libro."
-Nunca pretendí hacer nada didáctico de la religión, ni nada que
pudiera parecerse a un manual. Me basé, sobre todo, en ese mundo
mágico-místico que hay alrededor de la religiosidad. Escribí una especie
de novela en una onda garciamarquiana.
-Fue a través de las relaciones interpersonales. Fui acopiando
información por espacio de cuatro años. Cuando aquello fungía como
Subdirector del diario Granma y tenía que aprovechar los momentos de tranquilidad de las noches para ir escribiendo mis paginitas.
"Al llegar a las 80 cuartillas vi que no me satisfacían ni el ritmo
ni el tono del libro. Se lo di a leer a varias personas ajenas al
periodismo y la literatura pero con cierto nivel cultural. A ellas les
gustó pero a mi no me acababa de complacer", recuerda el periodista.
"Una noche mientras dormía soñé cómo quería el libro. Increíblemente
me desperté y pude anotar en un papel las ideas. Rompí todas las páginas
y comencé de nuevo. Eso fue alrededor del año 2000."
Cuenta Marcos Alfonso, quien en la actualidad labora en la Agencia de
Información Nacional, que culminó el proceso de escritura a finales de
2004. Lo imprimió en una editorial colombiana (colaboraron una firma
española dedicada a la comercialización del ron Legendario y la Agencia
Prensa Latina).
"Ahora estamos gestionando con el Ministerio de Cultura hacer una
edición cubana, ampliada con fotografías y otros textos. Quiero que
Chile redacte el epílogo."
-¿Cómo se vincula Chile con la figura de Enriquito?
-Chile va a entrevistarlo y Enriquito me llama, pues me considera
como su canciller, por la amistad que ha surgido entre nosotros. Ahí nos
conocimos Chile y yo. Él leyó el libro, le gustó y después, entre los
dos, coincidimos en que se podía hacer un guión. En eso estuvimos unos
cuatro años.
-¿Qué importancia tiene el libro para el documental posterior de Chile?
-Pienso que tiene una gran influencia, porque aunque es de mayor
amplitud fue la base del documental. A Chile le sucedió igual que a mí.
Iba a las fiestas, a las ceremonias. Una cosa era la letra impresa y
otra cómo llevarla a imágenes en movimiento.
-¿De qué forma concibieron el documental?
-Partimos de una gran entrevista a Enriquito. Se transcribió y cada
uno la editó por su lado. Los puntos de coincidencia fueron dando el
guión. Nos embullamos pero avanzamos poco a poco pues teníamos que parar
cuando se nos presentaban otros compromisos de trabajo. Hasta que hace
unos meses atrás dimos la recta final.
"Hubo momentos en que Enriquito se sentía cansado. Es lógico. Va a
cumplir 94 años. Tiene los resabios propios de la vejez y estaba un poco
escéptico.
"Nosotros divulgamos algunas cosas de la religión que no son comunes
ni habituales en los medios audiovisuales. Llegamos hasta donde se podía
— a veces un poquito más lejos. Pero lo logramos."
El documental "Soy Tata Nganga", de la compañía Productora Alas
con Puntas, liderada por Roberto Chile, fue exhibido en el Festival de
Cine dentro de la sección Hecho en Cuba, en la Sala 2 del Multicine
Infanta.
Ficha técnica del documental
Título: Soy Tata Nganga
Roberto Chile. Cuba/HD/ Documental/20'/Color/2011
Guión: Roberto Chile
Foto: Roberto Chile
Edición: Salvador Combarro
Música: Alexei Rodríguez
Sonido: Roberto Chile, Salvador Combarro
Animador: Reynier Aquino
Productor: Roberto Chile
TOMADO DE: Sacerdote afrocubano en documental de Roberto Chile (+Fotos)
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